martes, 20 de octubre de 2009

Viajes del 2008

Experimento un frío intenso,

me siento navegar en un gran océano.


la tierra que ha de albergarme todavía no esta pronta,
los viajes y contactos constantes me han dejado con poco oxigeno.


casi todo sucede en tiempos que me son ajenos,
y debo adaptarme a los ritmos de otros seres con quienes comparto.

hago un gran esfuerzo por seguir centrada y dilucidar,
vuelven las preguntas, se reavivan temáticas,
me contengo a mi misma en ausencia de otros brazos,
mis ojos están secos todavía...


no hay lugar donde pueda asirme,
sólo allí,
en mi corazón....


El ruido constante
me arrastra
hacia una nueva encrucijada;
hace que
me envuelva
en una bruma,
que se expande y se contrae,
me respira,
hasta que logro albergarme
en el silencio,
casi con desesperación,
para no olvidarme de mi misma.


No obstante,
ésta se convierte en una tarea titánica
donde el centro
serpentea,
perdiéndose en el espacio
y
se muestra como un movimiento mas
en la mirada del tiempo.


Una gigante sensación de agua
inunda mi humanidad,
mientras camino por las calles
como si tuviera un rumbo,
y una meta a alcanzar.


Sin embargo,
la piel está seca,
los ojos miran el horizonte,
los ríos me recorren con su caudal a pleno,
y en la superficie
el frío,
los ha cubierto de hielo.


Una absoluta sensación de pérdida,
abraza mi ahora.
pregunto:
si la nada es la contra cara del todo,
si esta profunda tristeza se convirtiera en alegría,

seguro
que la búsqueda se hará camino,
y la verdad, certeza.


pero,
si así no sucediera,
si continuara perdida por siempre en el anhelo,
¿que sentido tendría mi vida?


Como haré para continuar,
si no se me muestra algo de de lo nuevo?

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